Diez días de lluvia… y después esta semana de niebla, de esa que no levanta ni a mediodía… ¡Uf, qué largo se me ha hecho! Apenas 15 días que han parecido meses. Dice un amigo gallego que a nosotros, los de tierra adentro, si no nos da el sol en dos días nos sale moho en el cerebro. Y no le falta razón. Por fin, el domingo, se aliaron los hados y salimos del hoyo. Solo había que vencer la presión que hacen el cielo gris y la humedad para que no abramos la puerta de casa.
Madrugón, ganas de volverse uno a la cama, viajecito en coche, ¡qué frío fuera!, ¿para qué habré venido?… La retahíla de siempre: parece que a pesar de todo nada ha cambiado. Después, los colores del amanecer sobre el Morezón, la nieve estupenda y la visión del Circo tapizado de blanco son suficientes para devolverle a uno al mundo de la irrealidad.
Aproximación larguita, nieve costra, nieve polvo… y empieza el juego. Un resalte, otro resalte, ahora cae de todo desde arriba, y otra vez la pendiente que no da tregua hasta la salida. Dejamos atrás la oscuridad de los abismos y nos recibe el cálido sol de inverno. La vista se extiende a través de la infinita llanura extremeña. Bajamos. La vuelta se estira. El Circo siempre es así. Las primeras estrellas encendidas nos saludan cuando llegamos.
Que buen dia tuvisteis. Bonitas fotos.
Un buen dia y buena nieve y yo me perdi esa canal aunque la que hice tubo sus momentos de guasa.Las fotos muy chulas a ver si se ponen mas
capuuuuuuuuullos
prepararos que me estoy dejando el pelo a lo calleja, y solo es el principio.
pues a ver si luego se te va a enredar el piolo con las greñas… 😀
Muy bonitas las fotos. Y la ascensión tiene muy buena pinta.
Enhorabuena.