Normal del glaciar norte al Monte Athabasca

por Javier Rodríguez Vázquez de Aldana
fotografias: Javier Rodríguez Vázquez de Aldana

Vía normal del North Glacier al monte Athabasca (3.491 m)

Desnivel: 1500 m
Duración: 10 horas

Ruta al Monte AthabascaEl monte Athabasca es una mole de roca y hielo cuya cara norte ofrece una visión espectacular desde el centro de interpretación del Glaciar Athabasca. Pese a ser una de las cumbres más ascendidas de las Rocosas Canadienses debido a su proximidad a la Icefield Parkway, es incomparablemente más solitaria que cualquiera de las grandes cumbres de los Alpes. Podemos conseguir información del estado de las diferentes vías en el centro de interpretación. Si las condiciones son buenas y llevamos un par de piolets y unos cuantos tornillos es muy recomendable hacer la “Silverhorn”, poco más difícil que la normal pero muy elegante.


Aproximación:

Desde el centro de interpretación del Glaciar Athabasca, en la Icefield Parkway, tomar una carreterita que se aproxima al glaciar, en dirección sur. Hay una barrera que se encuentra cerrada durante el día, y tan solo se abre al paso de los autobuses Shuttle que suben a los turistas a pisar el hielo. Por la noche la barrera está abierta y se puede pasar con el coche sin problemas hasta una nueva barrera situada a poco más de 1.5 km. Se aparca en una explanada a la izquierda de la carretera.

A la vuelta, podemos esperar a que pase un autobús para cruzar la barrera o, si nuestro coche es estrechito, seguramente podamos esquivarla por el hueco que queda…


Ascensión:

En el parking tomamos un sendero, bastante bien trazado y marcado con hitos, que remonta la morrena lateral izquierda (orográfica) del glaciar “Little Athabasca” prácticamente por su filo. Como habremos comenzado a caminar de noche, escucharemos continuamente Seracsa nuestra izquierda el atronador torrente que lleva las aguas de fusión del glaciar, sin llegar a verlo. La morrena se aplana y muere en un escalón rocoso que superaremos por la derecha, siguiendo los hitos, caminando por terreno bastante inestable. Ganada la altura reaparece la morrena y continuamos por ella hasta encontrar una especie de armazón de madera que resulta ser un inodoro químico… ¡sí, sí, un inodoro! De noche no se aprecia, pero de día, si bajamos por aquí, veremos la situación privilegiada en la que se encuentra, como en un balconcillo hacia el glaciar, con un pequeño lago en la parte posterior. Creo que pocas oportunidades tendremos de utilizar un utensilio tan prosaico en lugares más fascinantes que éste.

Desde aquí, hayamos hecho uso o no del mismo, debemos dirigirnos ya hacia el glaciar a través de los derrubios de la forma más cómoda que podamos (2.550m). Si la estación ya está avanzada y el glaciar se encuentra seco, nos costará un poco avanzar los primeros metros en él, ya que el hielo cristalino se cubre de fragmentos de roca esquistosa y nos daremos algún que otro resbalón. Una vez dentro, nos dirigiremos hacia el centro del glaciar, alejándonos lo más posible de los desagradables seracs que cuelgan del largo espolón NO del Athabasca. Seguramente tengamos ya algo de luz, por lo que podemos tomar como referencia para orientar nuestros pasos un bloque rocoso que asoma del glaciar prácticamente debajo de la cumbre del Athabasca. Una vez nos aproximemos a él, veremos claramente el comienzo de la via “Silverhorn” que afronta las pendientes heladas que tenemos en frente. GlaciarNosotros nos desviamos hacia la derecha, bordeando el Silver por su base, tomando una ancha repisa bastante inclinada situada entre la rimaya del glaciar (a nuestra izquierda) y los seracs de que hablábamos antes (a nuestra derecha) hasta alcanzar un acentuado collado previo al Silver. Las vistas desde aquí sobre el Columbia Icefield y montañas circundantes son alucinantes. Si hay nieve, podemos continuar directamente hasta la cumbre del Silver, pero si la temporada está ya muy avanzada, tendremos que subir al Silver por pedreras por lo que será recomendable que nos quitemos los crampones. Ya solo nos falta recorrer la cresta que une el Silver con el Athabasca. Nosotros, dada la mala calidad de la nieve y el fuerte viento que soplaba, nos mantuvimos en la vertiente sur de la misma, caminando por roca todo lo que pudimos, hasta que no quedó más remedio que ganar el filo de la arista y continuar por él hasta la cumbre.


Descenso:

Podemos hacerlo por el mismo itinerario.

Si las condiciones de la nieve son muy malas y resultara poco recomendable pasar bajo los seracs nuevamente, se puede bajar por el glaciar que existe entre el monte Andrómeda y el Athabasca. (Nosotros no lo hicimos así porque la niebla existente al bajar nos desaconsejó investigar una ruta nueva…). El recorrido es más o menos el siguiente: bajamos desde el Silver hasta el collado, y aquí debemos tomar una de las canales (si no están cubiertas de nieve son un pedrero inestable y un tanto expuesto) que bajan directamente a dicho glaciar (en caso de estar seco no tengo nada claro qué tal se accederá). Se recorre íntegramente hasta salir por su extremo inferior derecho. Pronto encontraremos la carretera por la se baja nuevamente al parking original.


Cumbres próximas:

Lo más próximo que tenemos es el Andrómeda (3.450 m), justo enfrente del Athabasca, que se puede hacer también sin aproximación, en otro día de ascensión. Tiene varias vías de nieve y hielo, siendo la “Skyladder” la más sencilla. Para encontrarlo en buenas condiciones es conveniente ir a principios de temporada.


Ubicación:

Fichero .kmz (Google Earth) con la situación del Monte Athabasca